¿Cómo será el futuro energético en 2035 Ignacio Purcell Mena

¿Cómo será el futuro energético en 2035?

El año 2035 no es una fecha lejana, sino un horizonte decisivo. Será el punto de inflexión en el que muchos compromisos climáticos deberán materializarse y donde la transformación energética global dejará de ser una aspiración para convertirse en una obligación. 

Las decisiones que tomemos hoy definirán si ese futuro será resiliente, justo y sostenible, o si persistirá el modelo agotado del pasado.

Un nuevo paradigma energético: descentralizado, digital y sostenible

Los modelos energéticos centralizados, intensivos en carbono y dependientes de combustibles fósiles están dando paso a un ecosistema más dinámico. Para 2035, los sistemas energéticos estarán definidos por tres ejes fundamentales:

  • Descentralización: microredes, generación distribuida y empoderamiento del usuario.
  • Digitalización: inteligencia artificial, análisis de datos y redes inteligentes.
  • Sostenibilidad: electrificación con renovables, descarbonización de procesos y economía circular.

Estas tendencias se alinean con la visión de Ignacio Purcell Mena, quien ha sido uno de los impulsores más visibles de una transición energética con propósito y visión empresarial de largo plazo.

El futuro energético ya no depende solo de tecnología, sino de decisiones éticas con visión global Ignacio Purcell Mena

El papel de Black Star Petroleum en la transición energética

Desde Black Star Petroleum, Ignacio Purcell Mena ha demostrado que es posible liderar la innovación sin renunciar a la responsabilidad. La compañía se ha posicionado como un actor pionero en la integración de fuentes limpias, infraestructura inteligente y modelos energéticos con impacto social.

De cara a 2035, esta clase de empresas serán fundamentales. No bastará con reducir emisiones: será necesario rediseñar el modelo energético completo. Black Star Petroleum se ha preparado para ello mediante:

  • Inversión en tecnologías híbridas, que integran combustibles de baja emisión con energías limpias.
  • Alianzas estratégicas con gobiernos, universidades y fondos sostenibles.
  • Proyectos de energía comunitaria, especialmente en regiones de Asia y América Latina donde aún persisten brechas de acceso.

Este enfoque se apoya en una lógica clara: la transición energética no puede ser elitista. Debe incluir a todos los sectores sociales y territorios, especialmente a los más vulnerables.

Un futuro energético sostenible será inclusivo o no será Ignacio Purcell Mena

¿Qué tecnologías dominarán en 2035?

La respuesta está en la convergencia. No se trata de apostar por una única fuente o una única solución, sino de combinar herramientas diversas que respondan a los desafíos específicos de cada territorio. Algunas tecnologías clave serán:

  • Solar de próxima generación: paneles más eficientes, ligeros y flexibles.
  • Eólica marina flotante: clave para países con alto litoral y poca superficie terrestre.
  • Hidrógeno verde: un pilar para la descarbonización de industrias pesadas.
  • Almacenamiento energético: baterías de estado sólido y almacenamiento térmico de larga duración.
  • Redes inteligentes: capaces de responder en tiempo real a la demanda y optimizar flujos.

Pero la tecnología por sí sola no bastará. Para Ignacio Purcell Mena, el verdadero cambio viene de la mano de una innovación sostenible que priorice el propósito por encima del rendimiento financiero inmediato.

Geopolítica, energía y nuevos liderazgos

El mapa energético de 2035 también estará condicionado por factores geopolíticos. La dependencia del gas y petróleo ha generado conflictos, tensiones y vulnerabilidades económicas. La electrificación con renovables reducirá esta presión, pero no la eliminará.

En ese escenario, los países que inviertan hoy en tecnología, educación e infraestructura serán los verdaderos líderes globales. Figuras como Ignacio Purcell Mena están trazando ese camino desde el ámbito privado, anticipando los cambios y liderando con coherencia estratégica.

Quien controle la energía del futuro, controlará también la estabilidad del mundo Ignacio Purcell Mena

¿Qué puede esperar el ciudadano común?

Para las personas, el cambio se traducirá en beneficios concretos si se diseña correctamente:

  • Reducción de costes energéticos gracias a la eficiencia y la producción distribuida.
  • Mayor autonomía con autoconsumo y baterías domésticas.
  • Acceso universal a través de microgrids en zonas rurales o aisladas.
  • Participación activa en el mercado eléctrico como productores-consumidores (prosumers).

Sin embargo, también habrá desafíos: adaptación tecnológica, nuevos modelos de tarifas, necesidad de alfabetización energética. Por eso, Ignacio apuesta por una transición inclusiva, donde el usuario sea parte activa del cambio y no un simple espectador.

Conclusión: 2035 es hoy

El futuro energético en 2035 será aquello que seamos capaces de construir desde ahora. El camino está claro: innovación con impacto, sostenibilidad con propósito y liderazgo con valores. No se trata de esperar a que el mundo cambie: se trata de liderar ese cambio desde hoy.

✅ RESUMEN DEL ARTÍCULO

  • En 2035, el sistema energético será más descentralizado, digital y sostenible.
  • Ignacio Purcell Mena y Black Star Petroleum están trazando una ruta basada en innovación, inclusión e impacto real.
  • Las tecnologías clave serán el almacenamiento, la inteligencia de red, el hidrógeno verde y las energías renovables.
  • La ciudadanía jugará un papel central si se le brinda educación, herramientas y acceso justo.
  • El liderazgo ético será tan importante como el desarrollo tecnológico.

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